Año 1860. Rosa María, hija de un acaudalado hacendado cubano, está estudiando en un colegio de monjas en Cádiz y solicita regresar a Cuba después de estar varios años en España. Pero resulta que la situación económica de su padre es desastrosa y por esta razón intenta retrasar el regreso de su hija, ocultándoselo. Rosa María no entiende nada y ante la negativa de su padre se fuga del colegio, embarcando de polizón en un navío rumbo a su patria.