El humor determina la forma en que los españoles interactúan en Twitter: es posible recurrir a todo tipo de temas para hacer una broma, de modo que muchos comentaristas anónimos pueden convertirse en celebridades y competir con los humoristas profesionales. Pero a veces hacer ciertos chistes que desafían la corrección política puede exigir el pago de un alto precio a aquellos que se atreven a contarlos; chistes que pueden congelar las sonrisas de miles de personas cuyos prejuicios pueden poner fin a algunas carreras artísticas muy exitosas.