En un paisaje nebuloso y crepuscular, una madre y su hijo habitan en una mansión que parece estar al margen del tiempo. Rubén, el hijo, es ciego, pero aún se acuerda de cuando veía. Es un joven exaltado y furioso que está enfadado con el mundo. Con la esperanza de aplacar su alma atormentada, su madre contrata a Marie como lectora. Marie es una mujer misteriosa y no le gusta que la vean. Con paciencia y autoridad, consigue poco a poco amansar a Rubén gracias a una voz dulce y poderosa, al mismo tiempo que consigue evocar en la mente del muchacho imágenes de una nitidez cristalina.