Amador y Fidel son dos pequeños timadores de playa que actúan en Torremolinos y alrededores con más desdicha que fortuna y viviendo tan de milagro que Dolores, esposa de Fidel, le ha abandonado porque no le considera capaz de dedicarse a algo serio y honrado. Eduardo, un amigo de ambos y que además es el cerebro del grupo, tiene la idea de hacer creer a un millonario que juega en un casino que Amador es un hombre-elefante.